¿Qué van a tomar?


-¿Qué van a tomar?
- Por acá un café a la Viena.
-¿Y el señor?
-Un cortado largo.

-¿Por qué hoy no tengo escuela?

El 27 de junio de 1973 se escuchaban marchas militares durante todo el día. Estuve como dos meses sin ir a la escuela y me mandaban tareas para repasar en mi casa.

-Dice Esther que este es un pantalón de “milico”
-¡No se dice milico! ¡Se dice policía!
-¿Por qué?
-¡Porque te pueden llevar presa!

1975- “Año de la Orientalidad”. La torre del Palacio Legislativo estaba toda iluminada con luces de distintos colores. El Palacio se podía visitar como museo, un día nos llevaron con la escuela, y nos mostraron las salas de Senadores y de Diputados.

-En 1978, fui escolta de la bandera.
-¡Fá!
-Pasé al liceo con Sote.

En el ’80 estábamos en el balcón mirando una multitud frente al Cine Cordón. “Votemos por el No”, un acto proclamado por los blancos de Ferreira Aldunate. Hasta ese momento no tenía la más pálida idea de lo que había sucedido en Uruguay desde ese día de primer año en que no tuve clase. Ese día renací como “Hija de la Dictadura”:

“La gente llevaba fotos de Wilson Ferreira Aldunate. El acto era en el cine ,pero se llenó enseguida, así que la gente estaba en la calle. Se llenó la cuadra. Cuando el acto terminó, la gente empezó a salir y a caminar.. En ese momento, por la vuelta de Martín C. Martínez, aparecieron un montón de milicos a caballo, estaban esperando. Pasaron por encima de la gente, los molieron a los palos.“

-¿Qué van a votar tus padres?
-El ¡SI!
-¿Los tuyos?
-El ¡NO!

“Primero de Marzo de 1985. EL RETORNO A LA DEMOCRACIA. Día inolvidable. Podíamos escuchar música en castellano. Zitarrosa, Viglietti, nuestros. De Argentina vinieron Charly García, Nito Mestre, Mercedes Sosa, también cantó Silvio Rodríguez, y Pablo Milanés. La música también era libre.”

No más palabras prohibidas, censuradas, robadas, analizando el momento justo para decirlas.

-No entiendo a la gorda. Te juro que no le hice nada. ¿Será porque no fui al entierro de su abuela? Yo no voy a los cementerios, les tengo miedo.
-¿Querés saber por qué la gorda no te quiere?
-¿Por qué no me quiere? ¡No le hice nada!
-Un día me preguntó si me gustaba alguna chica de nuestro grupo.
-¿Y qué le dijiste?
- Que me gustabas vos.

-¿Te puedo dar un beso?
-Quiero, pero no sé si debo.

-¿Te casás? ¡No lo puedo creer! Sos la primera de todas.

-Estabas preciosa con ese vestido.
-No era mío, me lo prestaron.
-¿Te prestaron el Vestido de Novia?
-Fijate que me quedó perfecto, y no me salió nada.
-Yo lo tengo colgado en el ropero.
-Yo también. Capaz lo reformo y me hago un vestido corto.

-¿Dejaste la facultad? ¿Por qué?
-No me gustaba la carrera. Era muy técnica. Yo quería más arte.

-¿A qué te dedicás?
- Soy profesora.
-¿Y qué enseñás?
-Lógica, y Programación de Sistemas.
-¿No tenés otro trabajo?
-Estoy buscando, pero de mientras…

-Despertate, ya podés.
-Vamos.
-Esperemos.
-Mirá vos.
-Dos rayas.

-Siento náuseas todas las mañanas.
-No te preocupes, eso es ahora los primeros meses. ¿Fecha de U.M?
-Fá… no me acuerdo.
-Pero más o menos, aproximada.

-Estás muy bien. No engordaste casi nada.
-Realmente me siento muy bien.
-Igual te voy a dar unas vitaminas.

-Ustedes son madres primerizas. Si tienen una contracción, por favor, no vayan corriendo a internarse. Las van a mandar a la casa.

-Me duele la panza.
-Esperá, aguantá un poco.
-Me duele mucho.
-Bueno, vamos.

-¿La vas a mandar a una guardería? ¡Se va enfermar!
¿Viste?, tira a la beba todo el día en la guardería.

-¿No la vas a mandar a colegio judío?
-Ni loca.
-¿Por qué?
-Porque todos fomentan el Materialismo, y no quiero esa educación para mi hija.

-¿No tiene hambre? ¡Veníquelabuelatevadarlapapa!
-Que juegue un ratito más, no se va morir porque coma media hora más tarde.

-¿Sabés que la nena está muy flaca?
-Sí, yo la veo muy menudita…
-Y bueno, no le dan de comer…
-Es que la madre no está nunca.
-¿Y no tiene una empleada?
-¡No! La tira todo el día en una guardería.

-¿Conseguiste otro trabajo? ¿No será mucho?
-Es sólo por ahora. Falta poco para el 2000, y tengo que aprovechar.
-Que divina, se te ve tan cansada…

-¿Y porqué tenés depresión? ¡Si no tenés ningún problema!

-Esta chica tiene mucho tiempo libre. Si se ocupara de su casa, su marido y de sus hijas como corresponde, no le daría el tiempo para deprimirse. ¡Pobre mi hijo! Con todo lo que trabaja, y llega a la casa, y ella está llorando.

-¿Comiste? ¿No querés que te haga una costillita? Seguro que en tu casa no hay..
-Bueno…

-Y bueno, si querés estudiar canto, estudiá, si eso te hace feliz…

-¿No querés oir el tema que grabé?
- Ya va…
- ¿Qué te parece?
- Está bien. Ah, empieza el informativo.

-¿Me tengo que fumar todo el espectáculo para ver tu número? Avisame a la hora que cantás, que llego y me voy.
-No hay problema.

-¡Mirá, escribí una columna y me felicitaron!
-Que bien.
-¿Te la puedo mostrar?
- Bueno, dale.
-¿Y, qué te pareció?
-Está bien.

-Me van a colgar los cuadros en la fiesta del año del Espacio Literario. Además vamos con el coro. No te preocupes, sé que estás muy cansado.
-Y sí, es en la semana.

-Me quiero separar.
-Perfecto.

-Estoy confundida.
-¡Yo sabía! ¡No te quiero ver nunca más en mi vida! ¡Nunca vas a ser feliz! Agarrá tus cosas y andate ahora mismo.
-Yo de acá no me voy.
-¡Yo tampoco!

-Mirá, sé que somos muy distintos, pero yo te quiero, ¿qué voy a hacer?
-Pero yo no te quiero más.
-¿Por qué?
-No te quiero más y punto.

-No te soporto más. Me aburrí.
-¿Es por mi depresión?
-Y digamos que no es lo más agradable. ¡No te tengo más paciencia!
-Bueno, andate.
-No, yo de acá no me voy.

-¿Te pasás todo el día llorando? ¡No te soporto más!

-Mamá, en las casas de mis amigas siempre hay comida fresca, acá siempre hay comida hecha.
-Sabés que no estoy pasando por un buen momento.
-Ah, estás enferma pero ¡ tenés tiempo de estar en la computadora todo el día!
-Yo la uso para escribir.

-Esta semana me voy.
-Bueno.

-Mamá, ella se va con papá, porque vos estás muy débil, yo me quedo contigo, lo decidimos entre las dos.
-Está bien.

Una hija se fue.

-¿Sabés qué? ¡Todavía que soy la única que te escucha sos tan egoísta! ¡No me vas a ver nunca más!

Otra hija se fue.

-No sé cómo voy a seguir la vida.
-Es duro, pero no te queda otra.

-¿Les traigo la cuenta?
-Así está bien.
-Muchas gracias.

Anna Donner Rybak © 2010
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